sábado, 13 de marzo de 2010

A Paulina se le salió el alma

Contaba, mi hoy finada madre Paulina, lo que en sus años juveniles le había sucedido al intentar asustar a sus bulliciosos familiares que en las noches acostumbraban jugar en los alrededores y la puerta de la casa de mis abuelos Constantino y Gabina, aprovechando el espacio amplio que se tenía en la casa de campo, las noches de luna y los cielos estrellados que mantenían iluminado todo el pueblo sin que ninguno reclamara la iluminación artificial. Recordaba con frecuencia que en esos tiempos ella era un poco mayor respecto al resto de hermanos, primos y sobrinos inmiscuidos en los juegos, por lo que prefería abstenerse de jugar a la pesca, berlina, ampay, entre otros. Y que noche tras noche se repetían con el mismo bullicio perturbador de los sueños de mis abuelos y de ella misma.

Mis abuelos pensaban y repensaban sobre como acabar con el bullicio nocturno sin que ninguno se sintiera ofendido por una llamada de atención de parte de ellos. Recuerdan que todos los que están jugando tienen miedo a las almas por que siempre se ha escuchado hablar en el pueblo sobre la aparición de estos espíritus en uno y otro lugar, especialmente, cercanos a los entierros, causando terror ante quienes supuestamente lo vieron o escucharon. Instruyen a Paulina para que ella se disfrace con una sábana blanca, simule un alma y aparezca por un costado del lugar donde se concentra el juego, Ella obedece, se desplaza disimuladamente con la sábana en las manos hacia uno de los lugares más oscuros sin que nadie de los que juegan se dé cuenta, se cubre el cuerpo con la sábana y empieza a caminar len..ta..men..te. cual alma perdida, moviendo lenta y rítmicamente uno y otro brazo. Siente, en sus primeros pasos, que alguien se paraliza impactada y aterrorizada al verla y nota que su presencia va teniendo efecto por que ya son varios los que le observan asustados e incluso ya se paralizó el juego. Paulina siente que ya le ven como a una verdadera alma, continua caminando y haciendo los mismos movimientos iniciales….se extiende el terror…alguien grita y emprende una huida hacia la casa para refugiarse entre los abuelos o los tíos… el resto le sigue….todos corren!!!....todos gritan!!!...todos piden auxilio!!...Paulina no puede creer que tanto sea el efecto de su disfraz.. duda… crece su duda… y se repite así misma: ¿Qué esta pasando?..¿Porque se asustan y gritan tanto?...debe haber otro motivo!! … para mí que de verdad se ha aparecido el alma!!!... siente que ya se le sale el alma!! Está aterrorizada y hasta más que el resto que esta huyendo, gritando y pidiendo auxilio… decide votar la sábana y emprende su huida tras el resto… llega a la casa…encuentra sollozante a unos y temblando a otros … no entiende aún lo que ha pasado….las instrucciones de tranquilidad de los abuelos es para todos. Sólo con la sonrisa, las palabras y caricias de los abuelos vuelve a tranquilizarse, sabe que con su propia travesura se ha asustado más que los demás. A raíz de este hecho se acabaron los juegos nocturnos por buen tiempo y Paulina ya no volvió a disfrazarse de alma por que temió que nuevamente se le salga el alma.

Autor: Walter Valer Chacón

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